El lugar más frío de la Tierra se encuentra en la Antártida, específicamente en la Estación Vostok, una estación de investigación científica rusa. La temperatura más baja registrada en la Tierra ocurrió allí en julio de 1983, cuando el termómetro marcó -89,2°C (-128,6°F).
La Estación Vostok se encuentra en el interior del continente antártico, en una meseta a una altitud de 3.488 metros sobre el nivel del mar. Las condiciones climáticas son extremadamente adversas, con vientos fuertes y constantes, baja humedad y una media de temperatura anual de -55°C (-67°F).
Los investigadores en la Estación Vostok trabajan en proyectos científicos como la exploración de glaciares, la recopilación de datos meteorológicos y climáticos, la investigación de la capa de ozono y el estudio de la microbiología de los ecosistemas antárticos. La estación fue establecida por la Unión Soviética en 1957 y ha sido un importante centro de investigación en la Antártida desde entonces.
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