Vista Satelital de Alameda de los descalzos - Rimac - Lima

Historia de la Alameda de los Descalzos

La Alameda de los Descalzos es un destacado paseo y jardín público ubicado en el distrito del Rímac en Lima, la capital de Perú. Es conocida por albergar importantes construcciones como las iglesias de Santa Liberata, El Patrocinio y Nuestra Señora de los Ángeles. En las cercanías se encontraba la Casa del Molino de Micaela Villegas. La alameda tiene una longitud de aproximadamente 450 metros.

Su historia se remonta al año 1611, cuando el virrey Juan de Mendoza y Luna, marqués de Montesclaros, ordenó su creación bajo el nombre de Alameda Grande. Estaba inspirada en la Alameda de Hércules en la ciudad española de Sevilla, que fue el primer jardín público de España y de Europa, fundado en 1574. Este modelo sevillano fue seguido por otros diseñadores de jardines urbanos en España y América, como la Alameda de Écija en la provincia de Sevilla y la Alameda Central en la Ciudad de México. En 1770, el virrey Manuel Amat y Juniet reconstruyó la Alameda de los Descalzos de Lima. Se encuentra al final de la avenida Alcázar, aproximadamente a 900 metros al norte de la Plaza de Armas de Lima.

Según la tradición oral limeña, este lugar solía ser escenario de encuentros secretos entre amantes prohibidos. Las jóvenes de la época paseaban con sus chaperonas y rozaban a sus pretendientes sin siquiera mirarlos. La Alameda de los Descalzos ha sido testigo de historias románticas y memorias, siendo la más famosa el romance entre el virrey Amat y la Perricholi, que era el tema de conversación de las señoras de la sociedad de la época.

También se dice que durante la noche aparecen fantasmas de viudas, suicidas, personas que murieron en la Inquisición y misteriosas congregaciones de fantasmas que desfilan alrededor de la alameda.

Según los cronistas coloniales, su diseño original incluía tres calles: dos laterales para carruajes y una central para peatones. Había tres fuentes donadas por Agustín Hipólito de Landaburu y ocho hileras de árboles que proporcionaban sombra y frescor a los paseantes. En el siglo XIX, se llevó a cabo una remodelación que convirtió la alameda en un paseo romántico. En 1856, el presidente Ramón Castilla ordenó la instalación de una verja de hierro forjado importada de Inglaterra, que le dio un toque romántico del siglo XVIII.

En la actualidad, la alameda cuenta con rejas laterales, cien bancos de mármol alineados, doce estatuas de mármol de Carrara que representan los signos del zodiaco y los meses del año, y 50 jarrones ornamentales de hierro forjado elaborados por artesanos de la época. La Alameda fue renovada entre 2014 y 2015.

Una característica destacada de la Alameda son sus esculturas, que representan los signos del zodiaco y algunos dioses de la mitología griega. En 2018, estas esculturas de la Alameda de los Descalzos fueron declaradas Patrimonio Cultural de la Nación como parte de un conjunto de 91 esculturas monumentales ubicadas en el Centro Histórico de Lima. Estas esculturas, elaboradas en mármol de Carrara, añaden un elemento artístico y simbólico al entorno de la alameda, representando diferentes aspectos de la mitología y la astrología.

La Alameda de los Descalzos ha sido un espacio emblemático en la historia y la cultura de Lima. Además de su belleza arquitectónica y paisajística, la alameda ha sido escenario de encuentros románticos, leyendas y tradiciones limeñas. A través de los años, ha sido renovada y conservada para mantener su encanto y seguir siendo un lugar de esparcimiento y disfrute para los habitantes y visitantes de Lima.

Alameda de los descalzos

Alameda de los descalzos