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Belmond Miraflores Park de Miraflores


Ubicado en el prestigioso distrito de Miraflores en Lima, Perú, el hotel Belmond Miraflores Park se erige como un elegante refugio de cinco estrellas en la Avenida Malecón de la Reserva N° 1035. Dotado de un observatorio en el piso 11, este lujoso enclave ofrece impresionantes panorámicas de la ciudad y la pintoresca bahía de Lima, capturando la esencia de la belleza urbana y natural. Reconocido como uno de los destinos preferidos para conferencias y eventos, este hotel ha sido testigo de momentos significativos y encuentros importantes. En el año 2014, el cambio de marca de Orient-Express Hotels a Belmond trajo consigo una nueva identidad para este establecimiento, que pasó a llamarse Belmond Miraflores Park, reafirmando su compromiso con la excelencia y la distinción en la hospitalidad de lujo.

Reloj de Pedro Ruiz Gallo de Lima

El Gran Reloj de Lima, también conocido como el reloj de Pedro Ruiz Gallo, fue una obra monumental erigida por el coronel peruano Pedro Ruiz Gallo. Instalado en el Parque de la Exposición en 1870 para la Exposición Nacional de 1872, este reloj se convirtió en una destacada atracción. Financiado por el presidente José Balta, Ruiz Gallo logró completar su proyecto tras enfrentar críticas y oposición. Inaugurado el 6 de diciembre de 1870, el reloj atrajo la admiración del público.

Durante la exposición, el reloj destacó entre las diversas exhibiciones que representaban el progreso peruano. Sin embargo, su destino se tornó incierto durante la ocupación de Lima por el ejército chileno durante la Guerra del Pacífico. Hay varias teorías sobre su desaparición. Una sugiere que fue llevado como botín de guerra a Chile, pero nunca pudo ser puesto en funcionamiento. Otra teoría plantea que la maquinaria fue destruida en Lima, utilizándose la estructura como vivienda para los oficiales chilenos. Finalmente, tras la retirada de las tropas, el reloj fue reducido a cenizas.

Palacio de la Exposición en Lima

En el corazón de Lima, capital de Perú, se erige majestuoso el Palacio de la Exposición, un ícono de la arquitectura ecléctica limeña del siglo XIX. Su construcción, en conjunto con el Parque de la Exposición, fue concebida por el presidente José Balta en 1869 para albergar la Exposición Nacional de 1872, celebrando el cincuentenario de la Independencia del país.

Bajo la dirección de la Casa Eiffel, el edificio tomó forma entre 1870 y 1871 en una parcela de 80 metros de largo por 54 de ancho. La magnificencia de esta obra se extendió sobre una extensión total de 192,000 m², adquiriendo terrenos como el fundo San Martín y la huerta de Matamandinga. La inauguración, el 1 de julio de 1872, marcó el inicio de la Exposición Internacional de Lima, exhibiendo la riqueza natural y cultural del país.

Después de ser sede de la Sociedad de Bellas Artes y pasar por distintos usos durante la Guerra del Pacífico, el palacio sufrió saqueos y daños durante la ocupación chilena. Sin embargo, su valor persistió, y desde 1889 fue cedido al Concejo Provincial de Lima. A lo largo del tiempo, albergó diversas instituciones, desde el Museo Nacional de Arqueología hasta la Municipalidad Metropolitana de Lima tras un incendio en 1923.

En 1954, la Municipalidad cedió el palacio al Patronato de las Artes para convertirlo en el futuro Museo de Arte de Lima. Tras una exhaustiva restauración, dirigida por arquitectos y con la colaboración de la Unesco, el museo abrió sus puertas en 1961, ofreciendo no solo arte, sino también espacios para eventos culturales.

La arquitectura del Palacio de la Exposición fusiona estilos neoclásicos y renacentistas, diseñada por el arquitecto italiano Antonio Leonardi. Su estructura modular con columnas metálicas y fachadas renacentistas evoca la opulencia de palacios europeos como Versalles y Vendramin. Los jardines a la francesa que lo rodean añaden un toque de exotismo, con fuentes y pabellones inspirados en arquitecturas veneciana, bizantina y morisca. En suma, este emblemático edificio sigue siendo un faro cultural en el corazón de Lima, testigo de la historia y la belleza arquitectónica que caracteriza a la ciudad.

Parque Próceres de la independencia en Jesús María

El Parque Próceres de la Independencia, situado en el distrito de Jesús María en Lima, es un espacio público destacado por su ubicación en la avenida Salaverry. Este parque ofrece a sus visitantes una combinación armoniosa de zonas verdes, iluminación adecuada, bancos para descansar, diversos monumentos y una hermosa pileta que añade encanto al entorno.

Entre los elementos más destacados del parque se encuentran sus monumentos, los cuales representan importantes figuras históricas. Tras un concurso realizado el 17 de julio de 1970, el escultor Joaquín Ugarte y Ugarte fue seleccionado para crear una obra emblemática. El monumento, inaugurado el 28 de julio de 1971 con la presencia del presidente Juan Velasco Alvarado, está compuesto por las imponentes figuras de Túpac Amaru II, Juan Pablo Viscardo y Guzmán, Toribio Rodríguez de Mendoza, y Francisco Vidal.

Además de su valor histórico y estético, el Parque Próceres de la Independencia es escenario de diversos actos ceremoniales. En ocasiones especiales, como visitas de Estado u oficiales en el Perú, el parque cobra un significado aún mayor al albergar ceremonias que incluyen la colocación de ofrendas florales ante el monumento a los Próceres y Precursores de la Independencia, resaltando la importancia del lugar como espacio de conmemoración y reflexión histórica.

Parque Maria Reiche en Miraflores


El Parque María Reiche, un espacio público situado en el distrito de Miraflores en Lima, Perú, rinde homenaje a la arqueóloga alemana-peruana María Reiche. Ubicado en el malecón de la Marina, en una zona elevada sobre las peñas hacia el mar, este parque ofrece una vista panorámica de la costa del Pacífico perteneciente al Circuito de Playas de la Costa Verde.

Inaugurado en 1996, el parque no solo celebra la vida y trabajo de María Reiche Neumann, sino que también presenta reproducciones de las enigmáticas líneas de Nazca, objeto de investigación de Reiche durante muchos años. Las representaciones de estas figuras, incluyendo el Mono, el Gato, las Manos, el Colibrí y la Flor, se han recreado con plantas y flores. Una peculiaridad del parque es que estas figuras se iluminan por la noche mediante cadenas de LEDs a lo largo de las líneas, con una longitud total de iluminación de 1,500 metros. Para apreciar mejor estas formas, se recomienda observarlas desde la calle adyacente que se sitúa un poco más arriba. Además, una lápida conmemorativa en el parque lleva un mensaje escrito por María Reiche, añadiendo un toque personal a este espacio dedicado a su legado y a las misteriosas líneas de Nazca.

Malecón de la Reserva en Miraflores


El malecón de la Reserva, ubicado en el distrito de Miraflores en Lima, Perú, ofrece un encantador paseo urbano a lo largo de los acantilados. Este tramo sur del malecón de Miraflores abarca una vía peatonal desde el puente Villena hasta la bajada Armendaríz, paralela a la calle que lleva su nombre. A lo largo de este recorrido, se encuentran varios espacios verdes como el parque Intihuatana, el parque del Amor, el parque Letonia, el parque Salazar (que alberga el centro comercial Larcomar) y el parque Domodossola. Además, el área está salpicada de restaurantes y hoteles con vistas impresionantes a la Costa Verde, así como de antiguas casonas, algunas de ellas diseñadas por el arquitecto Ryszard Jaxa Malachowski. Todo este esplendor fue concebido por el talentoso arquitecto peruano Augusto Benavides Diez Canseco.

Bosque El Olivar de San Isidro


El Bosque El Olivar, ubicado en el distrito de San Isidro en Lima, Perú, es un parque público que abarca 10 hectáreas, convirtiéndose en uno de los lugares más destacados de la zona. Su importancia histórica se remonta al siglo XVI, cuando Antonio de Rivera introdujo los primeros olivos desde Sevilla, de los cuales solo tres sobrevivieron, pero con el tiempo se multiplicaron hasta llegar a más de 2000 en el siglo XIX. A pesar de enfrentar dificultades financieras, el bosque siguió creciendo y se convirtió en un punto central del barrio de San Isidro, que se desarrolló en sus alrededores.

Hoy en día, El Olivar alberga alrededor de 1670 olivos, algunos de ellos con más de 400 años, además de 227 árboles de otras especies. La diversidad biológica se refleja también en las 22 especies de aves que habitan el lugar, entre las que se destacan la cuculí, el turtupilín, el botón de oro, el violinista y el gavilán acanelado, mientras que las abejas revolotean en algunos árboles, contribuyendo a su biodiversidad.

La infraestructura del bosque incluye la Casa de la Cultura y el Centro Cultural El Olivar, que alberga la Biblioteca Municipal, el Teatro de Cámara, la Biblioteca Infantil, la Sala Multiusos y la Galería de Arte, junto con la Casa Museo Marina Núñez del Prado. Además, el lugar cuenta con edificaciones diseñadas por reconocidos arquitectos como Ricardo de Jaxa Malachowski, Emilio Harth-Terré y José Álvarez Calderón. El Bosque El Olivar no solo es un espacio natural y cultural importante, sino también un testimonio vivo de la historia y la evolución de Lima y su entorno urbano.